jueves, 21 de marzo de 2013

Consejos para cultivar el interés de los niños por comer frutas y verduras



Fuente: European Food Information Council - Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad

Fecha de publicación: 19/03/2013

Los hábitos dietéticos se inician a los 3 o 4 años y se establecen a partir de los 11. En casa o en la escuela, introdúceles en el consumo de frutas, verduras y hortalizas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo de cinco o más raciones de frutas, verduras y hortalizas al día de forma regular. Aportan vitaminas, minerales y fibra, algo de energía (sobre todo en forma de azúcar) y otros componentes menores indispensables para el organismo. Además, el consumo de estos alimentos protege contra enfermedades por su actividad antioxidante, la estimulación del sistema inmune, la mejora en el metabolismo del colesterol, la disminución de la tensión arterial y la actividad antiviral y antimicrobiana.

Ante este consenso mundial sobre los beneficios de una alimentación sana, ¿la dieta diaria de nuestros niños incluye suficientes vegetales? De hecho, la teoría no se aplica a la práctica. La irrupción de nuevos modelos de dieta presenta una tendencia ascendente y desplaza el consumo tradicional de frutas, verduras y hortalizas frescas, lo que supone un desequilibrio alimentario, con especial incidencia en los niños.

De hecho, un estudio científico realizado recientemente en la Comunidad Valenciana señala que sólo el 5,17 % de los niños consume tres o más raciones de frutas al día. Un porcentaje más elevado, el 30,17 %, ingiere una o dos raciones de verduras y hortalizas en una jornada. En este sentido, investigadores de la Universidad de Granada han señalado que los niños tienen sensibilidad hacia el sabor amargo de los glucosinolatos contenidos en distinta concentración en las verduras, y que esto influye negativamente en el consumo infantil.

Además, hay que tener en cuenta que el consumo de frutas, verduras y hortalizas tiende a disminuir con la edad, apunta un informe del Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC), aunque se puede mantener. Por tanto, la infancia es un bueno momento para intervenir y educarles, tanto en la familia como junto con los compañeros de clase. En concreto, los hábitos y preferencias alimentarias se forman en gran parte en la infancia, y parecen ser predictivos para los niveles de consumo de vegetales en la madurez.


CÓMO AYUDARLES A CONSUMIR FRUTA Y VERDURA EN CASA:
  • Cuando empieces a introducirle comida sólida, el niño rechazará ciertos alimentos. Ten paciencia y ofrécele la pieza de verdura o la fruta de manera repetida. No te olvides de incluir variedad de alimentos, sabores y texturas en su dieta.
  • La disponibilidad y el acceso fácil a frutas y verduras en casa es importante para incentivar el consumo tanto entre los pequeños como entre los adultos.
  • Ten en cuenta que los niveles de consumo de fruta y verdura en los niños dependen del consumo de sus padres. Dale siempre buen ejemplo y anímale a que coma frutas y verduras contigo.
  • Presionarle para consumir fruta y verdura no tiene ningún efecto positivo en su consumo, ni tampoco el hecho de ofrecerle premios.
  • Las comidas compartidas con los familiares también aumentan el consumo de frutas y verduras en los niños. Comparte mesa con tus hijos siempre que sea posible.
  • Pélale y córtale las frutas y verduras, si tu hijo es pequeño, y enséñale a preparar sus raciones para después comérselas a medida que vaya creciendo.
  • Explícale los beneficios e incúlcale valores de salud relacionados con las frutas y verduras.
  • Involucra a todos los miembros de la familia en los distintos aspectos relacionados con la alimentación: la compra, la decisión del menú cada día y las tareas en la cocina.


CÓMO HACER UNA INTERVENCIÓN EN EL COLEGIO:
  • Los proyectos para aumentar el consumo de frutas y verduras en la escuela son una oportunidad para combinar actividades y garantiza la participación de los niños. Introducirles mensajes sobre la alimentación en la programación escolar existente también puede ser de ayuda.
  • Las clases de cocina o la horticultura, que son actividades dirigidas a la adquisición de habilidades, resultan más efectivas que un enfoque pasivo.
  • Repartir a los niños frutas y verduras e implicar al personal del comedor y a los mismos padres también mejora los resultados de las intervenciones en centros escolares.

Hay que tener en cuenta que el hábito alimentario de tomar fruta después de las comidas beneficia la salud de los niños y contribuye a disminuir la obesidad infantil. En España, el 8,5 % de los niños y jóvenes de entre 2 a 17 años presenta obesidad y el 18,2 % tiene sobrepeso. Recuerda a tu hijo que, además de comer frutas y verduras, debe tener siempre una alimentación variada y equilibrada, además de realizar ejercicio físico todos los días.


Referencias bibliográficas

Consumo de frutas y verduras en Europa - ¿Toman suficiente los europeos? Informe European Food Information Council 01/2012 [acceso: 15 de marzo de 2013]. Disponible en: http://www.eufic.org/...

Alba Tamarit, E. et al. Consumo de frutas, verduras y hortalizas en un grupo de niños valencianos de edad escolar. Revista Nutrición Clínica y Dietética Hospitalaria, núm. 32, 2012 [acceso: 15 de marzo de 2013]. Disponible en: http://www.nutricion.org/...

Prevención de la obesidad infantil. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2007 [acceso: 15 de marzo de 2013]. Disponible en: http://www.msc.es/...

Preidt, R. Las comidas familiares animan a los niños a comer más frutas y verduras, según un estudio. MedlinePlus, 21 de diciembre de 2012 [acceso: 15 de marzo de 2013]. Disponible en: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus...

http://www.faroshsjd.net/item.php?id=2618&lang=1#.UUrNt1flyZR

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